El Cesfam detectó una falta significativa de adecuaciones específicas para personas con discapacidad, especialmente en áreas relacionadas con la comunicación, acceso y tránsito seguro. Aunque existen adaptaciones generales de infraestructura, estas no satisfacen completamente las necesidades de las personas con discapacidad. Este grupo representa el 20% de la población chilena, con un 8.2% correspondiente a discapacidades visuales.
Gracias al financiamiento obtenido, se adquirió una impresora 3D que ha permitido la fabricación de señaléticas en braille. Esta medida, junto con otras adecuaciones como la instalación de barandas, pasamanos y alfombras antideslizantes, busca mejorar significativamente las condiciones de accesibilidad y comunicación dentro del centro de salud.
Además, el personal ha sido capacitado para mejorar la atención a personas con discapacidad, lo que se traduce en una atención más respetuosa y eficaz. La comunidad en general se beneficiará de un ambiente más inclusivo y consciente de las necesidades de todos sus usuarios.
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